La propuesta de proyecto se sitúa en una parcela de suelo urbano de 2.936 m2 en Platja d’en Bossa, termino municipal de Eivissa.

La forma en ‘L’ de la parcela, con una crujía orientada a norte muy estrecha, que impide el desarrollo satisfactorio de una tipología edificatoria en la misma y con la búsqueda de maximizar el número de viviendas en la orientación sur y de las vistas al mar, se plantean una manzana semi abierta (porosidad visual y bioclimática) con un atrio interior de forma rectangular que conecta con una elemento lineal dispuesto en la crujía estrecha que alberga un aparcamiento en rampa protegido por una cubierta sobre la que se disponen unos huertos urbano comunitarios a modo de plataforma con las montañas de Ibiza como telón de fondo.

El atrio del edificio y la plataforma ajardinada forman un ´continuum’ que fomenta la transversalidad del edificio y pone de relevancia la ubicación  del edificio entre el mar y la montaña.

En un entorno de baja calidad visual y bastante desestructurado, el bloque de viviendas se ofrece con una presencia contundente  y opta por desarrollar un carácter introvertido en donde las circulaciones  y vida del edificio se resuelven en el atrio central.

La zona de aparcamiento es semi enterrada para minimizar las excavaciones y fomentar la ventilación natural, se conecta visual y funcionalmente con el podio de acceso en planta baja.

Este atrio funciona como un patio interior abierto con todas las ventajas bioclimáticas asociadas a esta tipología tan mediterránea. la vegetación, como no podía ser de otra manera, hace acto de presencia suavizando visualmente el atrio, ayudando a alcanza la temperatura de confort y potenciando el carácter de espacio a modo de plaza interior.

Las distintas tipologías de viviendas (porcentaje habitacional especificado en las bases del concurso) se disponen de manera quebrada para ayudar a romper ligéramente la linealidad del edificio y crear espacios de comunicación y transición de más riqueza.

Dada la elevada radiación a recibir del edificio en su fachada sur y oeste se plantea una subestructura ligera formada por acero reciclado y cuerdas de elementos vegetales (haciéndolo económicamente viable)  a modo de filtro casi evanescente tomado por las plantas trepadoras.

Este filtro / galería configura un umbral de entrada al edificio y sirve para cualifica la entrada al atrio central.

Se plantean estrategias activas y pasivas bioclimáticas que determinan decisiones de proyecto importantes y que hacen posible cumplir con el alcance de la calificación energética a y de los objetivos marcados en las bases del concurso.

Se plantea, la reutilización de residuos de obra y el uso de materiales de km. 0 en su mayoría y de valor ecológico.

The design proposal is located on a 2,936m2 urban plot of land in Platja d’en Bossa, in the Eivissa municipal area.

The L-shaped plot has a very narrow north-facing wing, which means no satisfactory building solution can be found for this section. As such, and with the aim of maximising the number of south-facing homes with sea views, we designed a semi-open block (providing both visual and bioclimatic permeability) with a rectangular-shaped internal atrium. The atrium connects with the narrow section, where a parking area is located, protected by a roof covered in community allotments, as a kind of platform with the mountains of Ibiza as a backdrop.

The atrium and the landscaped platform form a ‘continuum’ that fosters the building’s cross-cutting nature and highlights its location between the mountains and the sea.

In what is a fragmented and visually unattractive area, the residential block offers a resounding presence, providing an introverted space where the building’s movement and life take place in the central atrium.

The half-underground parking area minimises excavation work and encourages natural ventilation. It also provides a visual and functional connection with the entry podium on the lower floor.

The atrium works as an open internal courtyard with the bioclimatic advantages of the Mediterranean surroundings. The greenery makes its presence felt by visually tempering the atrium, supporting the establishing of a comfortable temperature and promoting the space as a kind of internal courtyard.

The different dwelling types (living space percentages as specified in the competition rules) occupy an uneven layout that helps with slightly breaking up the linear nature of the building while creating richer circulation and transition spaces.

Given the high levels of sunlight on the south- and west-facing facades, a light substructure is included made of recycled steel and supporting climbing greenery (making the proposal economically feasible) in an almost evanescent filter taken over by climbing plants.

This filter/gallery provides a threshold into the building, distinguishing the entrance from the central atrium.

The design provides for both active and passive bioclimatic strategies that determine key design decisions and enable compliance with the A energy grading and the targets set out in the competition rules.

The project includes use of construction waste and mostly locally sourced and environmentally friendly material.